martes, 2 de marzo de 2021

Muerte: puerta del descanso eterno y causa de la vida en caos por Elda Velázquez Román

 


Muerte: puerta del descanso eterno y causa de la vida en caos.

Lectura comentada sobre Antígona, de Sófocles.


Elda jocelyn velázquez román

Dr. LUIS MARIA QUINTANA TEJERA

18 DE FEBRERO DEL 2021

TRAGEDIA

Grupo 15

 

Sófocles en la Tragedia: Introducción al autor

Sófocles, autor de la tragedia Antígona, es personaje tanto partidario como destacado en la historia de la tragedia griega hasta nuestros tiempos, a él se le reconoce el paso decisivo en la perfección de la tragedia conocida, la creación de personajes con un perfil diferente, volcando el esquema de culpa, castigo y salvación a culpa, castigo y aniquilamiento, no obstante, en ocasiones lleva a cabo una alternancia entre el esquema tradicional y el propio; se le adjudica a su obra Edipo rey el título de la mejor tragedia escrita (Según Aristóteles en su obra Poética), entre un sinfín de reconocimientos.

Con el fin de ubicarnos contextualmente, es esencial hablar sobre su vida y obra, y conocer qué es lo que lo consigna como un genio dentro de este género literario. Se estima que nació entre el año 495 y 497 antes de Cristo en el seno de una familia distinguida, pues su padre, Sófilo, era fabricante de armas, negocio conocido por ser exitoso, y falleció en la ciudad de Atenas en el 406 a. C. Tuvo acceso a una buena educación y, por lo tanto, pudo desenvolverse públicamente en su ciudad natal. Fue estratego en la guerra de Atenas contra la isla de Samos en 441 a. C. Cuenta la historia que este cargo se le concedió como recompensa precisamente por la reciente publicación de su obra Antígona, por lo que no puede negarse su inigualable trabajo.  Desempeñó también como encargado de la Comisión Principal de Finanzas del estado Ateniense y Miembro del Consejo Supremo de los Diez Próbulos. Las obras de su primera etapa de creación son Áyax, Traquinias, Edipo Rey y en la cual nos vamos a concentrar en esta ocasión, Antígona.

 

Antígona, obra trascendental:

Es probable que haya sido representada en el año 442 a. C., actualmente es vista como la última parte de una trilogía, sin embargo, tal nunca fue el propósito del autor. Esto se asume dada su ubicación espaciotemporal posterior a las obras Edipo Rey y Edipo en Colono.

La historia se rige por puntos de alta catarsis (como es el caso de Edipo Rey), la obra se desenvuelve en actos de rebeldía, injusticia, tiranía y consecuentemente, muertes múltiples, todo ocurrido debido a un decreto injusto, su desobediencia y su tardía retractación. Cuenta con una estructura dialogada y comentada, perfecta para su representación teatral y tradicional del género, por lo tanto, no existe un tiempo determinado en retrospectiva sino más bien como una serie de sucesos presentes y lineales. Se ubica en espacio mixto, teniendo espacios cerrados como el Palacio de Creonte, la casa de las hermanas Antígona e Ismena y el antro en el que se le condena a Antígona, y como espacio abierto, el ágora[1] de Tebas, frente al palacio.

 

Personajes de la historia

·         Protagonistas: Entre los personajes que asumen más relevancia y participaciones dentro de la obra son tres: Antígona, por supuesto, Ismena y Creonte.

Antígona es quien inicia la problemática central. En cuanto a su relación con los demás personajes es la prometida de Hemón, hija de Edipo y hermana de Etéocles, Polinice e Ismena[2]. Todas las acciones giran en gran parte a su personalidad y lo que ésta desencadena, puedo describirla como una joven aguerrida, decidida y rebelde a las determinaciones sociales abusivas, con una fiel devoción a los dioses y cualidad de protectora. Es la heroína clásica por excelencia y una figura que contemporáneamente puede describirse, incluso, con carácter feminista, pues ser mujer en su contexto, no le refiere ningún impedimento para oponerse a una tiranía injusta (liderada por el hombre) que afecta el descanso de su hermano Polinice.

Ismena a pesar de ser la hermana de Antígona, es su versión contraria. Tal parece que vive sumisa y obediente a cualquier decreto y desgracia que venga a su familia. Después de las horribles muertes de sus hermanos y sus padres, no conviene en retar a las decisiones del poder. La caracteriza además el miedo que expresa al inicio de la historia y su repentina toma de valentía para acompañar a su hermana en las adversidades, aunque esta última sea todavía producto del miedo: ahora el de quedarse sola.

Creonte es el tirano en cuestión. Rey actual de Tebas que prohíbe el sepulcro de uno de los hermanos. Lo caracteriza la hybris[3] y la intolerancia a las desobediencias de sus decretos, lanzando condenas y amenazas una tras otra. Él provoca sus propias desgracias en consecuencia a su actitud altiva y sus pésimas decisiones, desgracias que pasan a afectar a toda su familia sumiéndola en la muerte, viendo inútil su arrepentimiento después de que todo ya había acontecido. Puede decirse que cada una de sus decisiones es una hamartia[4], aunque la principal es haber prohibido la sepultura de Polinices.

·         Deuteragonistas: Con una menor relevancia, pero igualmente dentro de las acciones principales se encuentran Hemón, Tiresias, el mensajero y Corifeo.

Hemón es el hijo de Creonte y Eurídice, además de estar comprometido con Antígona. Este joven, supongo que, por su edad, tiene una mentalidad un poco más liberal que su padre, pero no a tal punto de ser imprudente en extremo. Muestra un alto respeto a su padre al momento de rogar que se retracte, habla siempre con cuidado sin rozar su autoridad y solo en carácter sugerente. Otra parte importante que notar de este personaje es su amor incondicional a Antígona, por la que estuvo siempre dispuesto a morir.

Tiresias es el adivino de la ciudad que aconseja a Creonte, a decir verdad, sin efecto alguno, si bien sus predicciones no son equívocas, tampoco sirven como prevención, a fin de cuentas. Se caracteriza por estar dentro de sus cabales y tratar de alguna manera de influir en las decisiones del rey.

Corifeo es uno de los integrantes del coro que casi al mismo grado de participación que Tiresias, aparece con constantes consejos para el rey. Su posición es sin duda en contra de todo lo que está ocurriendo, pero se limita a su papel de espectador.

El mensajero por último adopta una actitud medrosa al darle cuentas a Creonte, pero valiente al afirmar su inocencia y refutar las deducciones erróneas de su rey. Fuera de esto se sabe que es parte de la tropa encargada para cuidar el cuerpo de Polinice.

·         Tritagonistas: Aquí un punto a considerar es la relevancia contextual pero no partícipe de los hermanos Etéocles y Polinice: A pesar de que es su muerte la causa de la prohibición de Creonte, la historia se remonta posterior al hecho y lógicamente no participan. Los personajes que sí constituyen una participación repentina son los integrantes del coro y Eurídice

Eurídice es la madre de Hemón, esposa de Creonte y reina de Tebas. No puedo opinar mucho acerca de sus características, pues su aparición en la obra es simplemente trágica: aparece para morir por profunda tristeza. Lo que puede denotar este acto es una posible situación en la que Herón sea su razón para seguir viva y al lado de un hombre tan déspota como lo es Creonte.

El coro se limita a describir las desaventuras, aconsejar, hacer plegarias, representar a la ciudad de Tebas y ofrecer una moraleja al final.

Ambiente: Factor reflejo

Estamos situados en un nuevo reinado, Creonte pasa al poder después de la muerte de los hermanos y es apenas su inicio. Esta historia está sumergida en un constante clímax, que bien es sabido es el propósito de la tragedia. Los diálogos desenvuelven a la par un ambiente caótico, lleno de miedo, tristeza, furor e inconsciencia. El amor no es factor suficiente para salvar a nadie.

Ahora bien, en un sentido más específico, si hay una evidente peripecia dentro del relato se le adjudica a Creonte, pues vive un cambio catastrófico de actitud y en su entorno. Como se menciona en la descripción de este personaje, son sus mandatos y renuencia los que lo hacen caer en una desgracia constante hasta pasar por completo de la felicidad de su reinado a la completa desdicha.

 

La sepultura, los dioses y la rebeldía.

Es interesante de abordar el aspecto de la sepultura en estos momentos, pues el hecho de que no se le permitan los rituales fúnebres a un hombre es factor suficiente para desencadenar una serie de desgracias. Lo bueno del caso, es que logra ser sepultado por Antígona, quien esparce sobre su cuerpo un árido polvo, lo que es suficiente según las creencias griegas para asegurarle la entrada al Elysium. Antígona pone sus valores “piadosos” por encima de la obediencia que supone el pueblo hacia el rey, colocando como autoridad mayor a los dioses, arraigada a esas leyes divinas más que a las terrenales, pues para ella es mejor ser juzgada por estas grandes deidades que por un tirano eventual.

Catástrofe

Digno de una tragedia en toda la extensión de la palabra, aunque no motivo de celebración, la catástrofe se conforma de muertes en cadena. En primer lugar, Antígona se suicida dentro del antro en el que fue encerrada, esto provoca profundo dolor a Hemón y también acaba con su vida, se le informa del suceso a Eurídice quien es su madre y termina también quitándose la vida dentro del palacio. Creonte sólo así reconoce la gravedad de sus actos y su absoluta irreverencia, pero ya no hay nada que hacer, queda solo con el peso de la muerte de su familia y totalmente desorientado.

Recursos literarios:

Dentro de esta tragedia no es muy recurrente el uso de figuras retóricas, pues no tratan de producir un efecto sobre la historia más que la atención del lector o público, sin embargo, hay algunas, y una cosa que podemos notar acerca de la forma de narración es su similitud con las obras de su época en tanto su lenguaje, la sonoridad de los diálogos y el uso recurrente del epíteto.

Ø  Epíteto. Esta figura retórica en específico tiene la función de adjetivar personajes y lugares importantes para lograr enaltecer ciertos cargos, deidades o sitios, y puntualizar características de los personajes, tal es el caso de los siguientes fragmentos de los diálogos:

“Niké, compañera de los dioses subterráneos” y “Niké, la gloriosa” para referirse a la diosa de la victoria.

“Tebas, la ciudad de los numerosos carros” y “Tebas, la de las siete puertas” para enfatizar su grandeza.

“Creonte, hijo de Tebas”, para darle un contexto genético y “Zeus, eterno escrutador de todo”, que habla acerca de sus buenos juicios, etc. Por mencionar algunos.

 

Ø  Hipérbole. Podemos detectarla en el sentido dramático de las situaciones, un buen ejemplo es justo la última línea de Creonte: “Todo cuanto tenía se ha venido a tierra y una inmensa angustia se ha abatido sobre mi cabeza”.

Ø  Ironía. Finalmente, hay un diálogo de Antígona repleto de ella frente a la prohibición de Creonte: “He aquí lo que el excelente Creonte ha mandado pregonar por ti y por mí”.

CONCLUSIÓN

Con este análisis pudimos medir la afectación que llega a tener la hybris de un rey que no acepta consejos acerca de su gobierno sin importar lo reiterativos que lleguen a ser, además de observar claramente la apropiación rígida de los valores dentro del personaje de Antígona y la importancia de los ritos funerarios como causa de descanso eterno después de vida y en este caso, caos constante en la vida misma. Antígona es una obra agradable e importante en extremo, de la que se agradece se haya conservado intacta y con la que comprobamos la trascendencia merecedora de las tragedias de Sófocles.

 

BIBLIOGRAFÍA

 

Blog: Tragedia 26. ‘La tragedia: perspectivas y análisis: Sófocles. ANTÍGONA’, La tragedia, enero. Disponible en: https://tragedia2016.blogspot.com/2021/01/sofocles-antigona.html (Acceso: 18 febrero 2021).

 

Conceptos para el análisis de la tragedia griega - Lengua Y Literatura - Campus Virtual ORT. Disponible en: https://campus.belgrano.ort.edu.ar/lengua/articulo/813275/conceptos-para-el-analisis-de-la-tragedia-griega (Acceso: 18 Febrero 2021).

 

Sófocles: Autor del siglo de oro. Tragedia Griega: Sófocles. Disponible en: https://sites.google.com/site/tragediagriegasofocles/antigona (Acceso: 18 febrero 2021).

 

López, S. C. (2010) ‘La tumba gloriosa y el cadáver esparcido: dos caras de la Gorgona en el arte de la representación’, El Artista, (7), pp. 165–178.

 

 



[1] El ágora es como solía llamarse a las plazas públicas de las ciudades en la antigua griega, y es ahí donde ocurren los diálogos de Creonte con el coro, el mensajero, su hijo Hemón y Antígona.

[2] Debido a las variadas traducciones de la obra griega original, en algunas versiones es también llamada Ismene.

[3] Significa “soberbia” o “desmesura”. Es el orgullo del héroe, que se mantiene en sus decisiones y se niega a claudicar a pesar de las advertencias recibidas.

[4] Es el error fatal del protagonista.


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