Universidad Autónoma del Estado de México
Helena de Eurípides
Profesor: Luis María Quintana Tejera
Alumna: Yesica Flores Hernández
Fecha: 03 de marzo de 2021
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Acercamiento a Helena, tragedia de Eurípides
Para dar inicio al análisis de la tragedia Helena es preciso mencionar algunas generalidades de su autor. Eurípides (484 – 406 a.C.) es el tercer dramaturgo de los principales representantes de la tragedia griega, entre sus obras se conservan dieciocho dramas1 las cuales son en su mayoría representadas por mujeres. Otra característica importante en su obra o más bien como aportación a la tragedia griega, es el cambio del esquema: Culpa, castigo, aniquilamiento que sus predecesores dramaturgos seguían (Esquilo y Sófocles) cambiando el esquema a: “Culpa, castigo, aniquilamiento”, cualidad que demuestra el pensamiento humano que caracterizó a Eurípides. Entre otros rasgos que se pueden agregar a la personalidad del autor cabe destacar que lo caracterizó una desinteresada participación en la poli y que sin embargo manifestaba su crítica a esta por medio de sus obras.
Prólogo de Helena
El prólogo inicial de Helena2 sirve como contexto de la obra, en éste, sabemos que Helena se encuentra en el reino de Teoclímeno3 que espera casarse con ella, mientras que ella sufre fiel la separación de su esposo Menelao y ruega a la tumba de Proteo4, le conserve su lecho con éste.
En la primera parte de la obra (y que además marca el inicio de la tragedia) se reconoce entre diálogos y coros la imagen en la que tiene su patria a la protagonista, el desprecio y la culpa con la que ahora carga, o mejor dicho, la maldición que su nombre conlleva.
Lo anterior se expresa con Teucro, diciendo: «Grecia entera odia a la hija de Zeus…»5
Y Helena reflejando la culpa que siente con su madre, hermanos y esposo:
«Troya es una hoguera. Y todo por mi culpa,
causa de tantas muertes, torrente de desgracias.
Buscó la muerte Leda con nudo corredizo
por el dolor que mi deshonra le produjo.
Mi esposo, errante tanto tiempo por el mar, ha perecido;
han desaparecido Cástor y su hermano, honor gemelos de la patria…»
Lo que sucede después es el episodio de Helena y el corifeo (conformado por mujeres de Esparta, cautivas en Egipto) lamentando las noticias que Teucro trajo consigo asegurando la muerte de Menelao. En esta parte se conoce a una Helena
Posterior a ello se produce la anagnórisis de los personajes pues Helena y Menelao se reconocen después de desmentir los sucesos en los que se vieron envueltos durante tanto tiempo, y deciden planear una huida.
Desarrollo de la tragedia
Este punto se ve marcado por los obstáculos que se presentan ante la idea de huir, y es que Teónoe adivina y hermana de Teoclímeno representa el peligro de que sean descubiertos si ésta decide contar las intenciones que tienen a su hermano. Sin embargo, Helena y Menelao la persuaden con argumentos de obrar justamente con lo que su padre muerto y los dioses habrían dispuesto para el matrimonio, de esa forma Teónoe guiada por sus dioses y ancestros da paso libre para que lleven a cabo sus planes.
El plan, consiste básicamente en engañar a Teoclímeno haciéndole creer que Helena recibió la noticia de parte de un náufrago (que es en realidad el mismo Menelao haciéndose pasar por otro) diciéndole que su esposo a muerto; Helena le pide al rey de Faros permitirle dar sepultura a su esposo fallecido persuadiéndolo de que sólo si ella rompía el lazo matrimonial con Menelao entonces podría celebrar sus bodas con Teoclímeno, que era lo único que este quería de ella. Teoclímeno que todo le proporciona a Helena para realizar el rito funerario, en realidad le otorga los medios para huir de Egipto con su esposo. El rey de Faros es avisado de la huida de Helena gracias a un mensajero que logra escapar de la embarcación, por consiguiente, al ya no ser posible darle caza a los que huyeron, decide hacer pagar la traición de su hermana que todo lo vio y nada le dijo.
Consumación de la obra
Eurípides haciendo uso del deus ex machina6 con la intervención de los Dioscuros7 hace entrar en razón a Teoclímeno para que no descargue su ira en contra de la hermana. Aquí la peripecia se refleja con un pensamiento racionalista en el que Teoclímeno ha de respetar la voluntad de los dioses.
Conclusiones
Un punto que me llamó la atención en la obra, fue que la relación entre mujeres se nota compasiva, primero cuando el corifeo conformado por mujeres esclavas se muestra empático con Helena ante sus desgracias e intentan aconsejarla con pensamientos sensatos y luego, cuando Helena y Teonóe llegan a un acuerdo que es promovido por la bondad y comprensión ante la situaciones injustas; me parece que esta cualidad representa a unos personajes que fueron representados con más características humanas en comparación con las tragedias de Esquilo o Sófocles.
Puedo entender porque se apreciaron menos las tragedias de Eurípides, al romper con el esquema “culpa, castigo, aniquilamiento” y transformarse en un “culpa, castigo, salvación” pues se pierde el éxodo que daba pie a una sentencia o desgracia en los personajes y nos deja con las ganas de un final trágico, sin embargo, esto no significa que sea menos importante la obra de Eurípides, debemos reconocer que este cambio aportado a la tragedia Griega representaba una sociedad cambiante, o bien, a un autor que comenzó a restarle importancia al drama divino y representar más un pensamiento realista.
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Bibliografía
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.4 en línea]. <https://dle.rae.es /deusexmachina> [03 de marzo de 2021].
Redondo Moyano, E. (2010). Helena de Eurípides y los roles de género.
Tejera, L. Q. (2019). Las trampas de la retórica. Trajín .
Torres, E. L. (2013). Diccionario de mitología griega y romana. Bogotá Colombia: INTERMEDIO EDITORES .
Tovar, A. (1966). Aspectos de la Helena de Eurípides. Estudios sobre la tragedia griega.
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