lunes, 19 de abril de 2021

Ifigenia según Goethe: la salvadora de hombres. Por Karla Daniela Agustín.

 

IFIGENIA, LA SALVADORA DE HOMBRES 

Análisis de Ifigenia en Tauris, de Wolfgang Von Goethe 

Por: Karla Daniela Agustín Nicanor 

Johann Wolfgang von Goethe fue un poeta, dramaturgo, novelista, ensayista y científico alemán. Nació en Fráncfort del Meno el 28 de marzo de 1749, y halló la muerte en su misma patria, específicamente en Weimar el 22 de marzo de 1832.  

Además del mérito que se le puede atribuir por haberse desarrollado en múltiples disciplinas, se le ha de recordar como una de las figuras más importantes del Romanticismo alemán, movimiento que se ubica a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX. Su presencia en la literatura alemana puede compararse a lo icónico que es Dante para Italia como representante de la cultura de la Alta Edad Media o Shakespeare en la literatura inglesa por ser la figura más importante del teatro Isabelino. 

Goethe no se limitó a un solo género, sino que a lo largo de su vida abarcó la lírica, novela, drama, ensayo y los estudios científicos. Su obra más importante es Faustola cual se divide en dos partes, la primera data de 1808 y la segunda de 1832. En ésta obra resulta muy interesante el contraste que presenta el personaje con relación a mitos precedentes, puesto que el Fausto de Goethe no establece un contrato con el diablo, sino un tipo de apuesta, asegurándole a Mefistófeles que no logrará hacerle ver algo satisfactorio en la vida humana, pero de ser así, él renunciará a su propia vida. De esta forma “Fausto aparece ahora como una figura singularmente moderna, corriendo a través de satisfacciones, pero condenado por su propia elección a descartarlas todas” (Boyle, 2021). En Fausto también es posible observar cuestiones filosóficas desarrolladas por Goethe, haciendo, por ejemploque Mefistófeles encarne al nihilismo, mientras que Fausto es la máxima expresión del escepticismo humano. 

Otras de sus célebres obras sonLas desventuras del joven Werther (1774), Prometeo (1774), Epigramas Venecianos (1790), Las afinidades electivas (1809) y Poesía y verdad (1811) 

En el presente escrito se tomará Ifigenia en Tauris como objeto de análisis. Para ello, primero mencionaré datos relevantes acerca de la obra, para posteriormente centrarme en las actitudes y acciones de los personajes, que al final están representando la ideología del dramaturgo alemán. 

Ifigenia en Tauris, también llamada Ifigenia en Táuride se estrenó en Weimar el 6 de abril de 1779. Sin embargo, ésta sólo sería la primera versión, ya que como era de esperarse, Goethe buscaba la perfección en ella. Por lo anterior, en los siguientes años realizó cambios en la obra en cuanto al lenguaje y la forma, dando lugar a una prosa rítmica con forma versificada. Pero el trabajo continuó, por lo que finalmente “la génesis de Iphigenie aut Tauris ocupa prácticamente ocho años, desde la primera puesta en escena en 1779, hasta que, desde Roma, el seis de enero de 1897, Goethe escribe que por fin la ha acabado” (Siguan, 2020: 160) 

En cuanto a su estructura, la obra se divide en cinco actos. El acto primero se subdivide en cuatro escenas, el segundo únicamente cuenta con una escena, el tercero consiste en tres escenas, el cuatro se compone de cinco, mientras que el sexto y último actos están conformados por seis escenas. 

Ahora bien, centrando la atención en los personajes que llevan a cabo la acción dramática, se encuentran: Ifigenia (sacerdotisa de Diana e hija de Clitemnestra y Agamenón), Orestes (hijo de Clitemnestra y Agamenón, hermano de Ifigenia), Pílades (amigo íntimo de Orestes), Thoas (rey de los táuridas) y Arkas (emisario de Thoas).  

En Ifigenia en Tauris, Goethe muestra precisamente la estancia de Ifigenia en Tauris, fungiendo como sacerdotisa de Diana (en griego conocida como Artemisa), es decir, aquella encargada de dirigir los sacrificios a la divinidad. Los táuridas se gobernaban por una rígida ley que consistía en sacrificar a todo extranjero que pisara sus tierras, sin embargo, desde que Thoas entró en contacto con el carácter humano de Ifigenia, de alguna forma suprimió dicha ley, pero la irracionalidad volvió a él después de que Ifigenia rechazase su propuesta amorosa. 

Para entender la razón por la que Ifigenia se encuentra entre los táuridas basta con recordar aquel sacrificio efectuado por Agamenón a Diana durante la guerra de Troya para lograr que los barcos zarpasen. Pero Ifigenia no muere, sino que es rescatada por Diana y llevada al país de los táuridas. Sin embargo, esto es algo sobre lo que nadie tendrá conocimiento, convirtiéndose en uno de los pretextos usados por Clitemnestra para llevar a cabo el asesinato de Agamenón, el cual es relatado en Agamenón de Esquilo, lo que posteriormente causará la muerte de Clitemnestra a manos de su propio hijo Orestes, quien después es perseguido por las furias, llegando a refugiarse con Apolo que le promete salvación si efectúa el rescate de la hermana que se halla en Tauris, lo que conduce a Orestes a pensar que se trata de Artemisa, pero al final tomará consciencia de que se trataba de la misma Ifigenia. 

Por lo anterior es que Orestes acompañado de Pílades llega a Tauris, produciéndose el encuentro seguido de la anagnórisis entre ambos hermanos, lo posterior corresponde al desarrollo de la estrategia por medio de la cualIfigenia, Orestes y Pílades podrán volver a su patria. 

Si bien esta obra incluye pocos personajes, la presencia de cada uno de ellos resultará fundamental en la trama, permitiendo a Goethe plasmar distintos e importantes ideales y pensamientos contemporáneos a él. Así, para manifestar dichos ideales, el autor parte de un argumento anteriormente tratado por los tres grandes trágicos griegos, pero desarrolla su obra a manera de reelaboración, de tal forma que en ella se vean representadas las ideas ilustradas.  

Uno de los puntos en los que más difiere Goethe de los trágicos griegos es en aquel que se refiere a la libertad que tiene el hombre sobre sus propias acciones. Esquilo en La Orestíadadeja ver que el destino del ser humano se encuentra dirigido por los dioses, y que no hay cosa alguna que el hombre pueda hacer para modificar esa condición. Así, la muerte de Agamenón, por ejemplo, era inevitable dado que éste se encontraba bañado por las aguas del pecado, y debía pagar por los crímenes cometidos por su padre Atreo. Pero ello no terminaba ahí, sino que la descendencia de Agamenón también estaría destinada a la tragedia.  

Goethe, rigiéndose por las ideas ilustradas, le da un enfoque distinto a lo anterior. Así, ya no son los dioses quienes poseen el absoluto control sobre el destino del hombre, sino que “será el ser como sujeto individual y libre quien se haga cargo de las consecuencias derivadas de sus propias acciones” (Aguirre, 2011: 2) 

El gran contraste acerca de la idea que se tiene en relación con quién es la fuerza conductora de la vida humana puede evidenciarse en un fragmento del diálogo entre Orestes y Pílades. Orestes se ve envuelto en una actitud de pesimismo, de tragedia, está dispuesto a aceptar su muerte como resultado de un castigo por parte de los dioses, y élcomo descendiente de Tántalo, ha de recorrer el mismo camino que sus antepasados, pues para él, la culpa es legada. Sin embargo, esto no ocurre de la misma manera para Pílades, él confía en las palabras de Apolo, espera la salvación, por ello se mantiene atento a cualquier palabra que los dioses pudiesen dirigirle, pero lo más importante, Pílades rechaza la idea de que el pecado sea transmitido a través de las generaciones, lo expresa diciendo: “Los dioses no vengan el crimen de los padres en el hijo; cada cual, bueno o malo, se lleva consigo su paga con sus acciones. Se hereda la bendición de los mayores, no su maldición” (Goethe, ed. electrónica)  

Además de Orestes, aquella libertad del ser también puede ser vista en la figura tanto de Thoas como de Arkas, uno es rey, otro es un emisario, pero ambos son habitantes de Tauris, una tierra en donde el sacrificio de los extranjeros es requerido por los dioses, o al menos, esa es la creencia que se mantiene. Pero derivado de la convivencia que tiene Thoas con Ifigenia, él toma conciencia sobre dicha situación, por vez primera cuestiona esto, y decide alejarse de aquellas creencias que ahora llegan a parecerle incluso absurdas. De esta manera, él mismo se ve como un ser libre, cuya vida ya no está regida por los dioses.  

Ahora bien, ¿qué decir de Ifigenia? Es ella el hilo conductor que evita un posible final trágico. Su figura representa bondad, humanidad, racionalidad, es ella quien trasmite a los demás aquella idea de que si bien existen fuerzas que se encuentran sobre el hombre, es decir, las deidades, su existencia no priva al individuo de libertad.  

Para entender lo anterior, debemos recordar que es gracias a Ifigenia que Thoas se aleja de aquellos actos bárbaros que incluyen sacrificios y muerte. Ifigenia realmente produjo una transformación en la forma de pensar y sentir del rey de los táuridasél acepta que la bella dama se convirtió en un tipo de bálsamo para su atormentada alma al decir: 

 

 ¿Quién ha serenado el turbado ánimo del rey? ¿Quién ha dejado en suspenso, de año en año, con suave persuasión, la vieja usanza cruel de que todo extranjero pierda la vidacon sangre, en el altar de Diana, y quién ha hecho tantas veces volver de una muerte segura hacia la patria, a los que ya estaban presos? (Goethe, ed. electrónica) 

Debe considerarse que Thoas al ser el gobernante de Taurisúnicamente cumple los mandatos que, según la creencia, provienen de los dioses, buscando mantener la paz, no obstante, quizá saberse responsable de muchas muertes injustas le hiciese sentir culpable, afligido, pero Ifigenia le muestra que puede decidir por sí mismo, mostrándole una luz esperanzadora. Sin embargo, quiero destacar que la bondad de la hija de Agamenón no envuelve únicamente a Thoas, sino que como bien se mencionó en el fragmento citado anteriormenteIfigenia ha sido el instrumento por medio del cual muchos hombres han regresado sanos y salvos a su patria, parece que desde ella habita en Tauris, todo es más pacífico.  

Por otra parte, Orestes es otro de los personajes que a través de Ifigenia logra calmar sus tormentos. En dicho personaje puede observarse algo muy curioso, pues Orestes parece ser llevado a un estado de locura, resultado de la culpa que experimenta por ser autor de un matricidio y, por ello, se cree absolutamente merecedor de la muerte, incluso se les podría ver a las Erinias ya no como criaturas reales y vengadoras de los crímenes tal como lo plantea Esquilo, sino como símbolos de los remordimientos de Orestes que le persiguen desesperadamente. Sin embargo, también es Ifigenia quien logra sosegar el espíritu de su hermano, consiguiendo que en un último momentoambos puedan emprender con tranquilidad el viaje hacia su patria.  

Derivado de todo lo anterior, se puede reafirmar que Ifigenia es la encarnación de la virtud, de la razón, de la valentía, dispuesta a defender sus ideas con nada más que sus palabras. Así, en el desarrollo de un diálogo que mantiene con Thoas, defiende el valor de las palabras de una mujer sobre el que pudiesen tener las armas y la violencia, además de que destaca su condición de sujeto libre:  

Yo he nacido tan libre como un hombre. Si tuvieras delante al hijo de Agamenón, y exigieras lo que no se debe, él tendría una espada y un brazo para defender la razón de su pecho. Yo no tengo más que palabras, y el hombre noble debe prestar atención a la palabra de las mujeres. (Goethe, ed. electrónica) 

Por último, me gustaría mencionar que Ifigenia nunca cede ante la irracionalidad ni sucumbe ante la violencia o la mentira, ni siquiera es capaz de seguir con el engaño tramado ante Thoas, sino que termina confesando la verdad e incluso logra que el rey los deje marchar de buen modo, convirtiéndose también en representación de la diplomacia.   

Conclusiones 

En el análisis llevado a cabo se ha focalizado la atención sobre la condición del ser humano como sujeto individual, como aquel que construye su propio destino a través de las acciones y decisiones tomadas, también se ha destacado el carácter bondadoso de Ifigenia, su figura como salvadora de hombres y como representación de la racionalidad.  De esta manera, Ifigenia en Tauris puede ser vista como aquel contenedor en que Goethe vertió algunos de sus pensamientos ilustrados.   

 

Referencias bibliográficas:

  

Aguirre, G. (2011). A LA ESTELA DE LOS CLÁSICOS: UN PASO MÁS HACIA EL IDEAL DE HUMANIDAD EN LA IFIGENIA DE GOETHE. Cartaphilus, (9), 1-7. https://revistas.um.es/cartaphilus/article/view/142461/127771 

Boyle, N. (18 de marzo de 2021). Johann Wolfgang von GoetheBritannicahttps://www.britannica.com/biography/Johann-Wolfgang-von-Goethe 

Quintana, L. (30 de enero de 2021). Goethe IFIGENIA EN TAURISLa tragedia: perspectivas y análisis. https://tragedia2016.blogspot.com/search?q=ifigenia 

Siguan, M.  (2020). JW von Goethe: Ifigènia a TàuridaTraducció de Joan Maragall. A cura de Francesco ArdolinoPròleg de Lluís Quintana. Barcelona, editorial ComanegraInstitut del Teatre Edicions, 2020, 124 páginas. Anuari de FilologiaLiteratures Contemporànies, (10), 159-163. https://revistes.ub.edu/index.php/AFLC/article/viewFile/33257/32875 

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario